Un ejemplo de escuela del siglo XXI es el CEIP Amara Berri de San Sebastián que tiene como eje fundamental que la escuela debe fomentar el crecimiento integral de sus alumnos partiendo de la integración, con actitudes de respeto, empatía y colaboración; de los intereses de los niños; del aprendizaje manipulativo y significativo, que parta de la experiencia; y de la utilización de las TICs.
En esta escuela se ha apostado por un cambio metodológico a la vez que se basan en el currículum establecido. El no usar libros de texto, el apostar por una educación emocional, el contar con una biblioteca que fomenta la capacidad de investigación de los alumnos, el elaborar sus propios contenidos, el ayudarse entre ellos... son claros ejemplos de que el cambio innovador en las aulas es posible, debemos ser conscientes de que hay que apostar por estos métodos que apuestan por crear alumnos lo suficientemente preparados para la sociedad del siglo XXI.
La mayoría de escuelas se centran en reutilizar la metodología tradicional y esto no es efectivo en los tiempos que corren.
Para garantizar este tipo de cambios es importante que se tengan en cuenta las necesidades del alumnado, que los maestros reciban formación permanente con el fin de actualizarse y trabajar al ritmo que la sociedad avanza.
Si todos estos cambios se vieran en el resto de escuela un nuevo concepto de sistema educativo español se podría concebir.
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